PROGRAMA NANTLI
("Mujer que se convierte en madre" en lengua Náhuatl)
"Lo que la sociedad de a los niños, los niños darán a la sociedad".
Esta frase nos inspira y motiva, como solución a la violencia sin precedentes que estamos viviendo en México. Decidimos tratar el problema desde la raíz, los niños mexicanos tratados con violencia se volverán violentos contra nuestra sociedad, pero si son recibidos con dignidad, tratados con respeto, enseñados a respetar la autoridad, con límites y sin violencia, serán ciudadanos positivos en su inmensa mayoría.
Así creamos un taller con mujeres en época fértil viviendo en zonas violentas y/o marginadas que tiene el propósito de revertir la violencia ejercida contra los niños y bajar los índices delictivos a través de la reflexión con las madres y a la vez con sus niños, Sabrán que los círculos violentos pueden cesar. Impartimos cuatro temas que se basan en la realidad de que nuestro temperamento se gesta desde el vientre materno y que el primer espejo donde se mira un ser humano es el rostros de su madre. Ese mensaje cuando es positivo y la simbiosis con la madre es llena de afecto, los seres humanos de ser primarios e instintivos, listos para la defensa, nos volvemos empáticos, inteligentes e intuitivos, lo contrario genera personas sumamente impulsivas, desconfiadas, inseguras e incapaces de relacionarse positivamente afectando también el aprendizaje y el desarrollo corporal. Recordamos el papel vital del padre positivo y cercano, protector de la familia , la mujer, los niños y la patria. Trabajamos con grupos de 70 mujeres . Ellas y sus hijos reciben un desayuno gratuito y al finalizar las 4 horas de capacitación son beneficiadas con una despensa grande y las embarazadas o con bebés recién nacidos con una canastilla muy completa. Impartimos asesoría emocional en 12 sesiones a toda aquella mujer que se haya descubierto que fue maltratada de niña y que ahora le es difícil tratar a sus hijos con ternura.
Un nuevo México vendrá, en que la paz volverá a nuestro territorio, nosotros creemos en NANTLI.